viernes, 8 de mayo de 2015

Radio Mamá

Buenos dias estimados oyentes ¿qué tal amanecieron hoy?, esperamos que de un buen humor así como nosotros.
En el programa de hoy no podemos dejar pasar de lado una ocasión tan especial de como la celebración del día de la madre.
Este domingo todos nos detendremos para reconocer el admirable trabajo que significa ser una madre dentro de una sociedad tan acelerada como lo es la nuestra.
Este domingo llenaremos de cariño y amor a aquel ser tan bondadoso y especial que nos trajo a la vida y sacrifico sus días para poder sacarnos adelante con mucho sudor y padecimiento, posponiendo incluso sus deseos para bienestar nuestro. Esa madre que siempre tendrá una mirada de amor para nosotros en nuestros peores y mejores momentos, ese es el amor de madre.

Y aunque un día al año no sea suficiente para reconocerle tanto trabajo, sirve como recuerdo para muchos de nosotros que perdidos en nuestra rutina, pasamos hasta desapercibida su existencia y no valoramos lo mucho que hacen por nosotros.

Así que hoy como motivo de agradecimiento se abren nuestros teléfonos para que puedan contarnos pequeñas anécdotas de como sus madres corregían su comportamiento.

Por ejemplo les contaré que mi madre escondía mis juguetes hasta que dejara de llorar o hacer la pataleta frente a los invitados, y ya cuando me calmaba me los entregaba con la respectiva reprimenda: "La próxima vez no te los devuelvo y se los regalo al vecino", por eso nunca me agradaron los vecinos, jajaja.

No dejen de llamarnos amigos, para contarnos sus historias y recordar juntos nuestra traviesa niñez. Y ya tenemos nuestra primera llamada al aire:

- ¡Hola Maria! ¿Cómo estas?.
- Hola, bien, llamaba para contar como era mi madre de pequeña.
- Bien María y ¿cuántos  años tienes?.
- Tengo 54.
- ¿Y tu madre aún esta contigo?.
- No, el señor ya se la llevo hace 6 años.
- Ok María, entonces cuentanos tu historia para poder recordarla juntos.
- Sí, mi madre era de las que criaba a la antigua, ella nunca nos aguanto malcriadeces ni cosas por el estilo, ella era bien estricta y siempre tenia su regla de madera para darnos un buen palmazo en donde cayera. Un día que me pase de traviesa, agarro y me dio tan duro con el palo que me rompió la cabeza, me saco mucha... harta sangre y hasta ahora tengo las cocidas de los puntos a un lado de la cabeza, sí pues, asi era mi mamacita.
- ¡Ok!!, ok María, gracias por llamar y bueno.... asi eran las mamas de esos días, claro que ahora ya no es lo mismo y hay que saber comprenderlas que nos corregian para ser mejores personas ¿no?.
Me dicen que ya tenemos otra llamada. Hola Miguel, ¿que tal?, ¿tu que historia nos vas a contar?.
- Hola!, yo les iba a contar como me castigaba mi mamá de chiquito, ella también era bien renegona y una vez me dio una cachetada tan fuerte que me termino afectando la retina, y es un problema con el que sufro hasta ahora, jeje no miro bien con un ojo, pero igual le afradezco haberme hecho el hombre que soy.
- ¡Ok Miguel!... bueno parece que las madres de nuestros oyentes eran bastantes estrictas. ¿Y tú, también tenías una mamá asi?, no dejes de llamarnos después del corte para contarnos tu historia.

Entonces corrí a abrazar a mi madre a su cuarto y agradecí mientras ella me miraba extrañada:
- ¿Qué tienes Mary?.
- ¡Gracias por no quererme tanto!.
- ¡¿Cómo?!!!.
- ¡Gracias por no quererme tanto!.

2 comentarios:

  1. Que brutas esas dos madres... pero me temo que no han sido las únicas... y con los padres lo mismo, antes repartían bofetadas por cualquier cosas.
    Feliz día de la Bofetada.

    Besos.

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Y tú porqué no comentaste?, te leo y me doy una pasadita por tu rincón ;)!