martes, 18 de octubre de 2016

Sudando.

Ubicado a unos 10 minutos a pie desde mi hogar, se encuentra el nuevo lugar nocturno al que acudo diariamente -y no es un bar, yei!-, osea el Gym.


(Ja!, seguro que por el título pensaron otra cosa, muajajaja)

Uds. saben que para ser bailarina de cabaret se necesita tener todo en su lugar y en forma; "Sinó nada"-palabras de la dueña de turno del cabaret-, entonces no quedaba de otra más que entrenar, puff!.
Y ya llevamos mas de un mes asistiendo -silencio para añadir sonidos de asombro :0-.Si señores; la meta de vestir lentejuelas es cada vez mas real -segundo sonido de asombro + gritito ahogado de emoción-.

Fuera de eso quería comentar (entiéndase por rajar-murmurar-chismear) de las particulares personas asistentes al lugar: empezando desde esos cuerpos super inflados que rozas lo inhumano, hasta la gente gordita que embuelta en capuchones de ropa se pasa el día corriendo como quién persigue el apurado camión de mazamorras y/o helados de la zona.

Y donde me ubico yo: pues estoy entre el grupo de la gente que debe comer más porque no tiene ni fuerza para levantar una mancuerna de 8 kg; y las personas que nomás van a hacer deporte y quieren evitar todo tipo de contacto con gentes ajenas -a excepción del entrenador, obviamente-.

Así vivo mis noches sudorosas y clandestinas: evitando al señor entrado en años que me mira de una forma rara... Porfavor sr!... podría ser mi padre!.
Luego estan los chibolos, que sí están buenos y lo saben, para que mentir!; por eso coquetean con cualquier cosa con curvas = p€nd€j05 todos!.
También los nuevitos (ex-perteneciente a este grupo, muy orgullosa eh!), que no saben bien que hacen, ni como, ni para que o porqué, pero asisten nomás para ocupar máquinas y llorar porque todo es muy pesado o cansado.
Las chicas super-voluptuosas también conviven en esta fauna; solo que se ven tan artificiales que es más grotesco que otra cosa.

Faltan más; pero ya son casos aislados merecedores de una segunda parte.
Cuánto tiempo me durará la gracia?... Lanzaré mis hojitas de coca y predeciré que hasta que me den trabajo como cabaretera y/o me aburra de comer 6 veces al día.
Esa dieta no me cierra, y lo digo en serio; pues en vez de ganar masa muscular, siento que gano panza.... Osea?!!.

Para ganar panza no necesito pagar una mensualidad ni sudar como puerco; solo tengo que encerrarme con una serie en la compu, sumar kg de comida grasosa y dulce... Y se hizo la magia!.

Y ya los dejo, porque la comida me llama... Ñamm!
:P


*Dibujos originales, te amo paint!

domingo, 2 de octubre de 2016

Rock a media noche.

Lo entendí.
No necesito escribir para uds, necesito escribir para mí, para poder liberar todos esos pensamientos internos que se recargar de tanto en tanto.

Y que me importa que piensen de mí, pues juzgar es lo más fácil que puede hacerse.
A todos nos gusta lo fácil; aunque en este caso no a todos, pero sí a los tres o cuatro últimos hombres de toques tangenciales (ósea solo encuentro de una vez en la ruta).

Tengo un cohete en el pantalón 
Vos estás tan fría...

Y sigo buscando en las artificiales noches, algo que elegí perder hace un par de años.
Entonces es difícil vivir con el remordimiento de la toma de una mala decisión. 
Esa innecesaria culpa es mi compañera diaria, desde aquel aburrido instante en el que me poso bajo chorros de agua fría a primera mañana, hasta cuando en la cama lucho por tratar de mantenerme despierta pasadas las 9:30pm.

Sí te preguntan,
Vos no me conocías 
No, no!.

Y busco ese sabor en labios ajenos, convinado a esa fragancia envolviéndolo todo; pero no existe, ya no está.
Otros besos me saben sosos, distantes y cargados de una imitación de absurda pasión finalizada en 10 minutos de pseudo-sexo, vamos, 10 minutos solo alcanzan para uno. Te doy una pista: nunca soy yo.

Entonces mi piel te extraña, o quizás solo es mi borracho corazón?. Tal vez es solo la noche y su tono triste, tan familiar a ti.

Hasta cuando pararé de buscarte en otros rostros, otras caras y otras manos.
Y mientras sigo pensándote mis ojos caen, entrecerrandose cansados de imaginarte a mi lado como siempre, otra vez.

Y que me apunten en la cuenta,
Toda la desgracia que dejó.
(Solo de guitarra.)